Aunque resulte obvio, lograr fotografías de alta calidad y carácter profesional requiere conocer nuestra propia cámara réflex, su funcionamiento específico y, por tanto, saber manejarla.
Otra obviedad es que la cámara réflex no es la cámara de nuestro smartphone; con esta última podemos llegar a obtener increíbles fotografías, pero nunca dejarán de ser fotografías de “uso doméstico”, sin carácter profesional. La razón: existen multitud de situaciones y elementos que no podemos controlar con estas cámaras, pero sí con la cámara réflex.
Así que si deseas obtener fotografías profesionales deberás conocer el funcionamiento y manejo de la cámara réflex, aprender a usarla. Primordial será utilizar un cinturón que permita colgar tu cámara al cuello y evitar tristes caídas.
También la forma de sujetar la cámara réflex es fundamental. La forma más sencilla y ergonómica es agarrarla con tu mano derecha a la vez que sitúas tu mano izquierda en la parte inferior del objetivo. De esta forma podrás ajustar el enfoque y el zoom si la tienes configurada en mono manual sin molestar al flash mientras que con la derecha manejarás el resto de controles de la cámara.
La estabilidad es algo fundamental en la fotografía profesional por ello otro aspecto esencial en el funcionamiento y manejo de la cámara réflex es buscar puntos de apoyo que eviten imágenes “movidas”; apoyarte en muros, barandillas, árboles o cualquier elemento que te aporte estabilidad será una buen decisión pero también podrás hacer de tu cuerpo un trípode para tu cámara: flexiona la pierna izquierda, apoya sobre ella tu brazo izquierdo mientras que la pierna apoya la rodilla sobre el suelo. Se acabaron los movimientos indeseados.
Todo lo anterior son sólo algunas indicaciones para conocer el funcionamiento y correcto manejo de tu cámara réflex pero lo ideal es que acudas a un curso profesional de fotografía y tomes las clases necesarias para conocer todo sus secretos y dominar el arte de las instantáneas.