Tanto si trabajamos con un estudio de fotografía como si lo hacemos con un profesional o si optamos por realizar los trabajos de fotografía por nuestra cuenta, hay una serie de reglas básicas que debemos conocer y seguir, a la hora de tomar fotos, ya que pueden marcar una diferencia evidente en el resultado y dotar a las imágenes tomadas de un estilo muy profesional. En caso de que sea un empleado o el propio jefe quien tome las fotos para la fotografía de producto u otros elementos (lo cual no es muy recomendable, ya que es un trabajo bastante importante y difícil de lograr), es necesario conocer las reglas básicas de fotografía y algunos trucos para mejorar las fotografías y darle un aspecto algo más profesional. Por ello, trataremos el tema de la fotografía a nivel usuario, para aprender a mejorar nuestra habilidad de fotografía, siguiendo las reglas básicas de este interesante mundillo.
Las reglas y los consejos de los que hablaremos a continuación no solo van destinadas al terreno empresarial o corporativo. Cualquiera puede beneficiarse de estos consejos, sobre todo ahora que tomamos fotografías a diario para las redes sociales o para crear nuestros propios books de fotografía o álbumes. Veamos esas reglas básicas que todos deberían conocer:
La cámara o la herramienta de trabajo
La cámara no hace al maestro. Por muy buena y cara que pueda ser, si la persona que toma las fotografías no sabe utilizarla o no conoce ciertas reglas de fotografía, el resultado será nefasto. Pese a ello, es importante contar con una buena herramienta de trabajo. Las cámaras réflex son las que se utilizan en trabajos profesionales, y las más recomendables. Puesto que suponen una inversión de dinero y es más difícil de dominar que una cámara digital común, se recomienda siempre optar por la contratación de un estudio de fotografía o un profesional, aunque si al usuario o empresario le gusta la fotografía, puede comprar una y aprender a dominarla.
Respecto al formato de fotografía, que podríamos incluirlo en esta categoría de herramienta, deberá ser siempre RAW, que mantiene la calidad y permite editarla posteriormente sin perder la calidad de imagen ni alterar su composición. Otros formatos existentes que no recomendamos para la toma de fotografías profesionales o de carácter corporativo son el JPG o el PNG. En especial, el menos recomendado es el JPG, pues su principal virtud o ventaja es que pesa menos, por lo que nos ayuda a ahorrar espacio de almacenamiento, pero el precio a pagar por ese ahorro está en la calidad. Las imágenes pueden verse bien, pero no cuentan con una calidad tan alta o profesional como las que tienen formato RAW. A la hora de editarlas o trabajar con ellas puede notarse la diferencia y ser un problema.
La regla de tercios, la regla más básica y útil
La regla de tercios consiste en dividir la pantalla en 9 rectángulos iguales, es decir, trazar dos lineas horizontales y verticales en la pantalla. De esta forma, tendremos 8 rectángulos siguiendo el contorno de la foto y un rectángulo en el centro. Muchas cámaras, réflex o digitales, además de las que se incorporan en los stmartphones, incluyen una opción para activar estas líneas, aunque también podemos imaginárnoslas para tomar la foto. ¿Para qué sirven? Para saber posicionar y encuadrar los elementos de las fotos, obteniendo resultados más bellos y profesionales.
El punto en el que se suele situar el objeto o el sujeto a fotografiar coincidirá con una de las cuatro esquinas del rectángulo central, dejando el objeto a un lado u al otro. Jugando con hacia dónde mira o hacia dónde dirige la vista del espectador, podemos dotar a la imagen de mayor interés o generar efectos buscados.
La ley del horizonte, ideal para paisajes
Esta ley es mucho más sencilla que la anterior, y más recomendable a la hora de tomar cualquier paisaje o exterior. En lugar de trazar dos líneas en horizontal y vertical, trazaríamos solo 2 en horizontal, dividiendo la imagen en tres espacios. Después, a la hora de tomar la foto, elegiremos si la línea del horizonte la situamos en la línea horizontal superior o inferior, en función de si queremos darle más importancia y relevancia a la tierra o al cielo. Si ocupamos dos de los tres espacios en mostrar el cielo, es porque el interés de la imagen está en el cielo. Si por el contrario ocupamos dos de los tres espacios en mostrar la tierra o la parte inferior, es porque esta es la que destaca y la que nos interesa mostrar.
Es algo con lo que podemos jugar para obtener diferentes efectos, como ocurría con la ley de tercios.
Utiliza la función Macro y acércate más
Prueba a realizar imágenes en las que el objeto fotografiado o la persona aparezca muy cerca. Dotaras a tus fotografías de un estilo muy diferente que, en según qué casos, puede ser muy útil o atractivo. Por ejemplo, a la hora de mostrar un producto al público o un objeto, se ve más llamativo si utilizamos esta función o intentamos ocupar toda la foto con el objeto. Por supuesto, esto es algo que se debe controlar, ya que no siempre queda bien y no siempre ayuda a obtener los objetivos fijados, en caso de ser fotografía de producto o fotografía corporativa.
La iluminación y el uso del flash
La iluminación es clave a la hora de tomar fotos. De hecho, es en zonas claras y bien iluminadas donde es más fácil tomar buenas fotos, además de en las horas del día. Por la noche y en zonas oscuras es donde se nota más fácilmente si el fotógrafo es bueno o no, además de la capacidad de la cámara para enfrentarse a estos ambientes oscuros. Las cámaras réflex pueden enfrentarse a la oscuridad y a las sombras sin miedo, pero si queremos obtener buenos resultados y dotar a nuestras fotos de un aspecto profesional deberemos evitar sombras en los retratos o los objetos captados.
Para ello, podemos ajustar y jugar con la iluminación hasta encontrar los efectos, tonos e iluminación deseados. Utiliza el flash sin miedo, incluso en zonas iluminadas. De hecho, es en estas zonas en las que quizás mejor resultado puedas obtener con el flash, pues te ayudará a eliminar sombras en el rostro o en ciertas partes del objeto o producto. Eliminando sombras obtendremos una fotografía mucho más bella y efectiva a la hora de emplearla para cualquier aspecto de la empresa o particular.
Combina los ángulos, los planos y la perspectiva
Es uno de los elementos más influyentes en la fotografía, pues marcará la diferencia y dotará a la imagen de personalidad. Ayudará a que sea interpretada de una forma u otra, según los deseos del fotógrafo, etc. Algunos de los ángulos que podemos realizar son:
- El normal, que sería un plano frontal típico, en el que se pone la cámara paralela al suelo.
- El picado, en el que la cámara está por encima del objeto o sujeto y lo fotografía captando la base sobre la que este se sostiene, es decir: el suelo.
- El contrapicado, en el que la cámara está inclinada hacia arriba, puesta en un espacio inferior al objeto o a los pies de este, para captar su grandeza. Es un plano genial para fotografiar edificios, esculturas o elementos que se quieren ensalzar o que se quieren mostrar con una imagen de altura.
- El ángulo cenital. La cámara capta la imagen desde arriba. Un ángulo que vemos muy raramente en la fotografía o en el cine y que produce un efecto muy interesante.
- El ángulo nadir. El último ángulo, no por ello menos importante, es, al igual que el ángulo cenital, muy interesante y llamativo. Además de eso, es el más difícil de lograr, después del cenital, pues en este caso captamos el objeto desde un plano debajo de él. Es decir, tendríamos que ponernos debajo del objeto y captarlo de forma perpendicular. Un truco para hacerlo es utilizar un suelo de cristal totalmente transparente que permita captar a la persona, o una construcción similar para el objeto o producto en sí.
¿Cómo aprender fotografía y mejorar tu habilidad?
El mejor truco a la hora de aprender y mejorar una habilidad artística como puede ser la fotografía es ponerse manos a la obra. Estos consejos pueden ayudarte a ampliar tus conocimientos y descubrir nuevos aspectos y efectos, pero lo mejor para aprender fotografía es tomar la cámara y salir a echar fotos, practicar y experimentar estos y otros trucos, para familiarizarse con este mundillo y las imágenes. Para aprender a dibujar hay que dibujar, para aprender a pintar hay que pintar, para aprender a tomar buenas fotos hay que fotografiar. Las primeras fotos puede que no tengan un aspecto muy profesional o que no sean muy buenas, pero con el tiempo y la práctica podrás lograr resultados tan buenos como los de un experto, siempre y cuando continúes desarrollando tu habilidad y evolucionando como artista.