La adquisición de una cámara de fotos una vez que hemos tomado la decisión de que por fin ha llegado el momento de aprender fotografía, es una decisión tan importante como complicada. La razón es muy simple: de nuestra elección dependerá que nuestra futura relación con la fotografía profesional se caracterice por el amor o por el odio; una mala elección podría conducirnos a la frustración, y esto es algo que debemos evitar. Para ello, hemos de comprar una cámara que se ajuste a nuestro grado de conocimientos y sobre todo, a lo que pretendemos hacer con ella.
A la hora de comprar una cámara de fotos para aprender fotografía, de lo primero que debemos ser consciente es que no existe la cámara de fotos perfecta, no existe la mejor cámara de fotos, si no aquella que mejor se adapta a tus expectativas e intereses. Cada fabricante y cada modelo presenta una u otras prestaciones y serán estas las que se deberán adaptar a lo que queremos hacer. Por tan sí existen cámaras recomendadas para aprender, pero no la mejor cámara del mundo.
Tener claro lo que pretendemos es otro factor clave pues en función de ello podremos definir qué prestaciones nos importan más que otras. Por ejemplo ¿vas a realizar fotografías nocturnas? ¿Vas a grabar vídeo con tu cámara? Preguntas de este tipo te ayudar a descartar unas cámaras e ir reduciendo la oferta disponible a tus necesidades e intereses.
Como antes decíamos, no existe la mejor cámara de fotos, pero sí cámaras recomendadas. Siguiendo esta línea, tu elección deberá girar en torno a cámaras “para principiantes”, lo cual no significa que se trate de dispositivos de menor calidad, sino que presentan ciertas características que les confieren una mayor facilidad de uso, resultan idóneas para un aprendizaje fácil y su precio, además, no resulta demasiado elevado. A modo orientativo algunas de estas posibles cámaras son la Nikon D3200, la NikonD5100, la Nikon D7000, la Canon 700D, la Canon 1200D, la Sony A58 o la Pentax K-50.